Después de dar cientos de tumbos, por fin, muchas empresas se han dado cuenta de que la transformación digital ya no es una opción, sino una obligación para sobrevivir.
La tecnología atraviesa todos los campos y cambia los paradigmas, pero ¿la estás aprovechando al máximo? Usar e implementar las nuevas herramientas y procesos digitales es parte del camino hacia la transformación y el éxito. Si lo aplicamos a los productos y actividades de una empresa con el fin de mejorar la eficiencia, el valor ofrecido al cliente y el descubrimiento de nuevas oportunidades de negocio, ¡vamos por el camino correcto!
¡Bienvenido! En este post vamos a ver qué es, cuáles son las fases y los tipos de transformación digital.
Es un cambio a gran escala que afecta a la organización de la empresa, sus procesos, operaciones y productos. El objetivo es adaptarse a los cambios en el comportamiento de sus clientes, competencia, sector y empleados derivados de las tecnologías digitales.
Ahora que el mundo empresarial se encuentra inmerso en un auténtico proceso de cambio, es el momento de descubrir cuáles son las características de esta transformación:
Las claves de la transformación digital giran en torno a la mejora de la experiencia (optimizando el sitio web y las redes sociales), la disposición de la documentación digitalizada (aún hay procesos en papel que podrías digitalizar) y los procesos optimizados (te sorprenderías con la cantidad de tareas que se podrían digitalizar en tu negocio).
¡El objetivo es ser cada vez más competitivo!
Las empresas han tenido que adaptarse a nuevas formas de consumo. ¿Un ejemplo? El cambio de hábitos en las compras a través de internet, que, actualmente, es un canal imprescindible para cualquier negocio. La transformación digital es el conjunto de acciones que han tenido que hacer las empresas para poder acomodarse al nuevo mundo, incorporando la tecnología en su día a día.
Esta adaptación viene acompañada de herramientas orientadas a cubrir sus necesidades y complementar los procesos en las distintas áreas operacionales. Y no solo hablamos del cambio de hábitos en los consumidores, sino en las empresas a través de: la orientación en el cliente, el desarrollo de valores en el líder, la integración y la promoción de una cultura del aprendizaje y la innovación.
Transformarse digitalmente no es digitalizar los procesos actuales, sino reinventar el negocio. Te contamos cómo llevar a cabo el proceso de transformación digital en 4 pasos:
Permite a la alta dirección marcar objetivos en su estrategia. Consiste en un diagnóstico de bajo coste, pero de alto valor, que es elaborado en poco tiempo. Este método permite identificar el grado de preparación de la empresa para afrontar el proceso de transformación digital.
Con un diagnóstico claro, se puede abordar el proceso de formulación estratégica, centrado en las siguientes áreas:
De la fase anterior derivan las iniciativas o planes detallados y realizables que definen la dirección, el objetivo y los medios necesarios para llevarlos a cabo. Si la empresa ha iniciado algún proceso de digitalización sin definir una estrategia, puedes replantear tu estrategia de negocio en el entorno digital.
Para acabar lo que ya se ha empezado hay que implantar las iniciativas digitales como fruto de la estrategia digital. Además, se debe acentuar la rapidez. Como dijo el general y filósofo chino Sun Tzu, “la estrategia sin táctica es la ruta más larga hacia la victoria, y la táctica sin estrategia es el ruido antes de la derrota". Aunque sea el último punto de esta lista no conviene menospreciarlo, ya que puede constituirse en una barrera insalvable.
Como ya podrás intuir, la transformación digital no es una sola pieza del puzle, ni existe una única forma de llevarla a cabo. Te contamos brevemente cuáles son los principales tipos de transformación digital:
¿Cuál es el tipo de transformación digital ideal para ti? Llámanos y sal de dudas.