¿Depositarías tu dinero en un banco que ahorra en seguridad? ¿Utilizarías sistemas de comunicación que no cifran las comunicaciones?
La ciberseguridad de las empresas no es un gasto más del que podamos prescindir o no, sino parte de los productos y servicios que contratamos, así como de los que vendemos en nuestras organizaciones. Es decir, se sobreentiende que ya forma parte de él y no es necesario cuestionarse si invertir en seguridad informática o no.
En este contexto, el rol del CISO (Chief Information Security Officer) se enfrenta a un proceso de transformación en el que pasa de ser un sujeto autónomo a depender de un complejo ecosistema para tomar decisiones, con una dirección cada vez más concienciada en la importancia de la ciberseguridad.
A continuación, hemos reunido los principales desafíos a los que se enfrenta este rol de ciberseguridad al liderar la transformación desde el punto de vista de la seguridad de la empresa. ¡Toma nota!
A pesar de que la dirección empresarial es cada vez más consciente de la importancia de la ciberseguridad, el CISO debe enfrentar el reto de liderar la transformación de la seguridad informática. Y para ello, debe alejarse de la etapa de concienciación y adoptar una actitud más proactiva y estratégica para enfrentar los desafíos actuales.
El rol del CISO ya no es autónomo, sino que para tomar decisiones y proponer iniciativas de ciberseguridad en la empresa depende de un complejo sistema que incluye colaboradores, diferentes equipos de ciberseguridad, directores, comités, etc. Esta interdependencia puede dificultar la toma de decisiones y la ejecución de proyectos.
Para que la ciberseguridad sea efectiva, el CISO debe conocer el negocio de la empresa en mayor profundidad, pues no es suficiente con tener una idea superficial de sus áreas y activos críticos. En definitiva, debe entender cómo la ciberseguridad se integra de forma inherente en el diseño de los servicios y productos de la organización.
Las soluciones genéricas ya no son suficientes para abordar los desafíos de seguridad de las empresas. En este sentido, el CISO debe asegurarse de que las soluciones de ciberseguridad se ajustan específicamente a las necesidades y características de la organización. Por ejemplo, llevar a cabo una auditoría que evalúe el estado actual de ciberseguridad de la empresa, analizando el panorama de amenazas, la infraestructura, las políticas y procedimientos, etc.
El CISO debe ser una palanca para la propia transformación de la empresa, por lo que además de liderar el cumplimiento regulatorio también debe anticipar y conectar los riesgos organizacionales. Esto implica estar involucrado en distintas actividades, lo que requiere una mayor proactividad. Según estudios de Capgemini, el CISO está involucrado en el 90% de las decisiones empresariales, pero solo el 25% de los directivos lo consideran un impulsor de la transformación digital.
La estrategia de ciberseguridad es clave para abordar los desafíos transformacionales y el CISO debe gestionar y proteger la información de la empresa para prevenir ciberataques o el robo de datos siguiendo esta estrategia. Además, debe ser específica para cada empresa y priorizar sus áreas de acuerdo con las necesidades y riesgos únicos. Si lo deseas, puedes ampliar la información sobre las estrategias de ciberseguridad efectivas para proteger tu empresa en el artículo que le dedicamos.
¿Sabes por qué esta figura es cada vez más importante en la transformación digital de las empresas? Toma nota:
En definitiva, el CISO es clave en la transformación digital de las empresas porque garantiza la seguridad informática y los activos tecnológicos, así como la gestión de riesgos, la promoción de una cultura de seguridad y el liderazgo de la resiliencia ante incidentes.
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