De acuerdo con la consultora Accenture, la RPA (Robotic Process Automation) puede reducir los costes operativos en un 80% y el tiempo de ejecución de tareas entre un 80% y un 90%.
Por su parte, McKinsey cifra entre un 30% y un 300% el ROI generado durante el primer año posterior a su implantación.
Si estas cifras mareantes no te llaman la atención, francamente, no sé qué lo hará.
Comencemos por el principio.
La Automatización Robótica de Procesos -o RPA por sus siglas en inglés- consiste en la utilización de un software dotado de capacidades de inteligencia artificial, para la gestión de tareas repetitivas y de gran volumen que, anteriormente, eran ejecutadas por un ser humano.
Este software o robot (“bot”) es configurado por parte del usuario, de manera que recoja e interprete los datos de una determinada aplicación para proceder a tareas tales como el procesamiento de transacciones o la manipulación simple de datos.
Hoy en día, cualquier empresa de cierto tamaño que aspira a una gestión efectiva de los procesos, afronta una considerable carga de trabajo en términos de transacciones y operaciones que no requieren interpretación ni juicio previo por parte de un ser humano como, por ejemplo, abrir correos con documentos adjuntos, mover archivos y carpetas, rellenar formularios, leer y escribir en bases de datos, etc. El software de RPA emula la actividad de dicho ser humano en su interacción con la interfaz del sistema, lo cual posibilita que la tarea se realice de una forma más rápida y precisa, liberando al empleado de una actividad tediosa por naturaleza. (Aquí puedes ver un artículo en inglés de Guru99 que explica en detalle que es RPA)
La Automatización Robótica de Procesos ofrece múltiples beneficios, algunos de los cuales ya he sugerido en las anteriores líneas.
Por regla general, la RPA tiene un periodo de retorno de la inversión muy bajo. Según los múltiples casos de estudio publicados por McKinsey, el ROI generado a lo largo del primer año varía entre un 30% y un 200%.
Concretamente, y como ya he indicado al comienzo, la RPA también tiene un impacto considerable en la reducción de costes y tiempo de ejecución de tareas.
Los robots pueden estar ejecutando las tareas durante las 24 horas del día, 365 días al año, sin interrupción alguna, y sin cometer errores.
Además, ayudan a la estandarización de los procesos u optimización de aquellos que ya existan.
La demanda de procesos transaccionales en una organización no tiene carácter lineal. Se experimentan picos, los cuales pueden ser mejor asimilados gracias a la RPA.
Aquellos sectores sometidos a una gran carga regulatoria –tales como la sanidad, la banca o los seguros- deben ser muy escrupulosos en la gestión de los datos. Proceder a su automatización permite evitar los errores humanos ocasionados por la habitual fatiga que provoca la ejecución de tareas administrativas repetitivas.
La transformación digital de las empresas está dando lugar a un incremento exponencial de la información que éstas gestionan. La utilización de la RPA supondrá liberar de una gran carga de trabajo poco productivo.
Business Intelligence y Big Data como complementos tecnológicos de AgilePlan
Una de las mayores causas de preocupación en cualquier proyecto que implique el despliegue de una solución IT y el desarrollo de la API correspondiente es la repercusión que ésta pueda tener sobre el resto del sistema. Los requerimientos de integración y las posibles incompatibilidades suelen dar lugar a retrasos y cancelaciones, con el consiguiente impacto económico negativo.
La ventaja de la RPA es que no se produce disrupción alguna en el sistema legado. El “robot” interactúa con la interfaz de la misma manera que lo haría cualquier ser humano. Se elimina así cualquier problema de integración o seguridad y se puede prescindir del largo proceso de pruebas que conlleva el despliegue de nuevas aplicaciones.
De hecho, la RPA puede ser tanto una alternativa, como un paso previo a la instalación de nuevos desarrollos en la infraestructura IT de la organización.