Cuando las empresas comienzan a trabajar en la posibilidad de una implantación de estrategia digital, lo primero que les inunda es la incertidumbre. ¿Por dónde empiezo? ¿Cómo lo hago? ¿Qué consecuencias tendrá para mi negocio? Son algunas de las preguntas que recorren su mente cuando escuchan hablar de transformación digital.
¿Qué significa priorizar proyectos en la transformación digital?
En el marco de la transformación digital de las empresas resulta necesario identificar cuáles son los proyectos de más prioridad en la implantación, pues de ello dependerá, en gran medida, el éxito de nuestra estrategia.
El proceso comienza por identificar las iniciativas que debemos incluir en el programa, seleccionando las actuaciones que sean económicamente más relevantes y útiles, que tengan el potencial para crear valor significativo para el negocio: por ejemplo, que cubran los gaps de desempeño, ayuden al incremento de las ventas, mejoren la experiencia del cliente… La segunda variable es la tecnológica: ¿tenemos los recursos tecnológicos- el talento humano, el conocimiento- necesarios para llevarlos a cabo? Si no lo tenemos internamente, ¿sabemos cómo adquirirlos, contratarlos o asimilarlos en un tiempo realista? de tal forma que respondamos a estas preguntas:
- ¿Cuáles son los proyectos más alineados con la estrategia del negocio en cuanto al cliente, mercado, la innovación, etc.?
- ¿Cuáles son los proyectos que se ajustan en plazos a la visión y prioridades del negocio? En muchas ocasiones el “timing” es crítico. Hay que combinar los “quick wins” con los proyectos a medio y largo plazo.
- ¿Cuáles son los proyectos que generan más valor añadido y rentabilidad al negocio, a los que debes dotar de recursos?
Con estos criterios es fácil identificar aquellos proyectos de menos importancia que pueden ser desechados.
Sin embargo, estos son los criterios más evidentes (valor, rentabilidad, plazos) para priorizar los proyectos, pero hay otros que se suelen obviar y que son igual de importantes.
Tres dimensiones frecuentemente olvidadas
Probablemente las prioridades cambien de orden si se consideran los siguientes aspectos, que son, no por menos evidentes, menos relevantes que las antes mencionadas:
- Experiencia del cliente: ninguna iniciativa digital debe aprobarse sin entender cómo impacta en la experiencia del cliente, en todos los “momentos de la verdad”. Aquellos que generen un alto impacto deberían estar entre los primeros puestos.
- Cultura y liderazgo: ¿qué cambios de actitud, comportamiento y forma de trabajo va a requerir implantar esos proyectos? Los que requieren mayor esfuerzo, afectarán al plazo de realización. Las organizaciones son como las personas: sin entrenamiento, no se puede razonablemente esperar a correr una maratón de 40 km, si nunca has corrido antes más de un kilómetro al mes.
- Barreras organizativas: la digitalización requiere mayor apertura y colaboración entre las áreas, y esto no se consigue de un día para otro, sobre todo si la empresa está muy organizada por silos funcionales. Si este es el caso, hay que iniciar acciones correctivas de inmediato para reducir estas barreras, que pueden hacer fracasar las iniciativas más prometedoras. Por ejemplo, una empresa acostumbrada a remunerar por rendimientos a corto plazo no va a ceder recursos internos para proyectos digitales si eso va a reducir sus expectativas de beneficios a corto. O se cambia el sistema de incentivos, o los proyectos digitales morirán por inanición, ya que requiere de la colaboración de todas las áreas.
Pero, todavía necesitamos algo más…
Hablamos del compromiso. La empresa requiere obtener el indicador de transformación digital, y esta necesita el compromiso de la alta dirección de la empresa. Sin él, la gestión de este cambio transformador no será efectiva. Como se deduce de las 3 dimensiones frecuentemente olvidadas, las decisiones necesarias para “mover el statu quo” no dependen de un directivo concreto, sino que impactan a toda la organización y requieren involucrar a la alta dirección. O el cambio viene respaldado por ellos, o los cambios no se producirán.
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