La historia de las empresas está repleta de cambios extraordinarios que acechan a todos sus ámbitos. A lo largo de los años, los directores generales de las empresas tenían bajo el brazo un as de responsabilidades que atendían a una relación distinta con los clientes y unos ciclos de vida de los productos anclados en sistemas tradicionales.
El cambio nunca es un proceso sencillo, sobre todo para aquellos CEOs que no han nacido en la era digital. Para los que sí lo han hecho, sus retos parecen acomodarse en desenvolverse con soltura, eficacia y éxito en el terreno digital.
Sin embargo, tanto unos como otros deben atender a la transformación digital de su empresa de la manera más adaptada posible, pero ¿cuántos CEOs del antiguo modelo están preparados para hacerlo? Lejos de proporcionar una respuesta ambigua, de lo que sí estamos seguros es de que la figura del CEO ocupa “cada vez un lugar más primordial en el desarrollo de las empresas”.
Inevitablemente, equivocarse forma parte de la vida. Equivocarse para aprender. Equivocarse para agarrar el fallo y convertirlo en una nueva oportunidad. Sin embargo, equivocarse en la transformación digital de las empresas puede acarrear graves consecuencias. Por ello, hoy queremos compartir contigo algunas de las razones por las que esto ocurre.
¿Preparados? ¡Comencemos!
El CEO es el líder de las empresas, lo que le convierte en el principal responsable de la transformación digital. Si se comete algún fallo, la responsabilidad recae sobre el mismo. Por eso es él la primera persona que debe evitarlos.
Sabemos que el proceso no es solo cosa suya, sino de todos, pero resulta indudable el poder de liderazgo y compromiso que se necesitan de su parte. Es el CEO quien debe inspirar al equipo directivo para soñar con metas ambiciosas, aprender, adaptarse y apuntar cada vez más alto.
Los directores generales de las empresas deben preguntarse si se está fomentando desde la dirección aquellas conductas capaces de incrementar el compromiso de sus profesionales con la organización y con los objetivos.
Debe plantearse si está actuando adecuadamente para que el equipo se sienta motivado con el proceso de transformación digital. Es aquí donde cobra especial importancia el compromiso, pues, ya lo decía el pensador S. Lehman, “cuando la decisión es aleatoria, la acción carece de sentido”.
¿Estás comprometido con el logro de los objetivos comunes?
Un ambiente innovador y preparado para el cambio depende de muchas variables. Entre ellas, se encuentran las capacidades y actitudes del CEO. Tanto es así, que muchos de los errores que cometen en el proceso de cambio radican en los siguientes puntos:
Estos cinco puntos definen las principales razones por las que los CEOs fallan en la transformación digital de sus empresas, pero, como podéis observar, son errores que pueden evitarse si se siguen los pasos necesarios para una transformación adaptada y exitosa.
La transformación digital requiere el compromiso del CEO y el esfuerzo de toda la organización. Reinventar el negocio es cosa de todos, es el compromiso de la empresa, es aceptar las condiciones y las obligaciones que conlleva la transformación digital, es comprometerse y poner al máximo nuestras capacidades para sacar adelante el proceso.