Aunque pueda parecer un lugar común, no deja de ser uno de los primeros principios de la gestión empresarial la necesidad de reconocer cualquier amenaza con la firme decisión de convertirla en una oportunidad. Es más, muchas veces se necesita que surjan estímulos externos que obliguen a cuestionarse las cosas como son para poder mejorar.
No cabe duda de que la Transformación Digital, a la mayoría de los negocios, se presenta como una amenaza externa de disrupción o, cuando menos, de pérdida relevante de negocio que puede causar daños indeseables de difícil y costosa reparación.
¿Qué cambios provoca la transformación digital en las empresas?
Como cualquier estrategia, la transformación digital ha de ser capaz de concretar acciones tácticas que traerán consigo unas manifestaciones objetivables, identificables y medibles que confirmen la adecuada orientación hacia una empresa digitalmente capaz.
La transformación digital tiene un impacto relevante en el exterior, en la experiencia del cliente y en la imagen de la empresa. Ahí están sus principales manifestaciones y, por tanto, sus retos más evidentes, visibles a través del escaparate que supone el teléfono móvil e Internet.
Pero también tiene importantes manifestaciones y retos hacia el interior de la empresa, que está obligada a revisar sus fundamentos y procesos para transformarse en un organismo capaz de desarrollarse en el complejo ecosistema digital.
Esta mirada hacia el interior supone, en sí misma, una oportunidad para la empresa de ser mejor, más excelente, más preparada para abrazar los cambios en la forma en la que se hacen los negocios.
Por eso la transformación digital es una grandísima oportunidad de mejora de la propia forma de ser de la empresa.
Posibilidades de optener beneficios para la empresa
De todos los aspectos en lo que esto es aplicable, merece la pena resaltar seis posibilidades de obtener importantes beneficios para la empresa:
- Flexibilidad y agilidad. Como consecuencia de la simplificación de la organización interna y de los procedimientos, habilitando canales más eficientes de decisión y comunicación, y desarrollando una cultura de servicio y orientación al cliente.
Herramientas como el espacio de trabajo digital y las aplicaciones colaborativas son palancas que facilitan una mejor y más directa comunicación entre todos los profesionales, la rápida permeabilización de las decisiones y de la gestión del cambio. Consecuentemente, la permanente implicación de todos en todos los ámbitos del negocio.
Las metodologías “Agile” y la participación de todas las funciones de la empresa en el diseño y despliegue de las diferentes iniciativas digitales disminuyen los tiempos necesarios para llegar al mercado y la posibilidad más efectiva de realizar un ajuste más o menos fino de la forma en la que se concreta el desarrollo del negocio.
La herramientas de medición y análisis permiten conocer casi en tiempo real las ineficiencias operativas y los cambios en los comportamientos de los clientes, lo que permitirá rectificar a tiempo.
- Aumento de la productividad. Las herramientas digitales han logrado agilizar los procesos internos de las organizaciones e incrementar los niveles de productividad.
Las herramientas de automatización de procesos permitirán reducir los tiempos y evitar los errores y riesgos inherentes a las actividades manuales.
La eliminación del papel y del archivo físico, la reducción de las barreras físicas para el desarrollo de las tareas de los equipos y unidades operativas, la minimización de los tiempos de intervención de los diferentes actores de los procesos, etc., permitirán hacer más con menos.
La permanente conectividad con los clientes y proveedores, a través de aplicaciones digitales simples y eficaces, permiten atender con mayor capacidad y más calidad a sus demandas y problemas.
- Ahorro de costes y escalabilidad. Los ahorros económicos son inherentes a lo digital, lo que permitirá mayores inversiones y, si la plataforma es escalable, mejor capacidad de atender a más clientes.
- Reunir y retener el talento. El mundo digital necesita que las empresas identifiquen entre sus empleados y recluten en el sector profesionales con talento e iniciativa, capaces de dar lo mejor de sí mismos y superar sus limitaciones. Sólo así es posible moverse en un entorno de permanente cambio, complejo, que exige no sólo una permanente formación técnica muy especializada sino también un buen conocimiento de las claves del negocio y una capacidad de trabajar en equipos multidisciplinares.
Una gestión de los recursos humanos de la empresa enfocada a identificar y retener el talento será un beneficio futuro impagable a la hora de competir en un mundo cada vez más globalizado, en la que se han roto las barreras físicas para que quien sea más capaz llegue a donde antes no era posible.
- Mayor capacidad de adaptación al cambio. Una de las características más difíciles de encajar es la rapidez y profundidad de los cambios que la evolución social provoca en la forma de ser de las empresas (preferencias de los clientes, modelos de relación, estilos de comunicación, exigencia de calidad, etc.), lo que conlleva la necesidad de cambios también rápidos y muchas veces también profundos en sus recursos (personas, tecnología, financieros, etc.).
No solo es importante tomar la decisión correcta sino hacerlo con la rapidez que esta necesite. La transformación digital cumple con un papel decisivo configurando equipos sin miedo al riesgo, facilitando procesos de análisis y decisión más desburocratizados, transparentes.
- Mayor alcance. Si existe un factor característico de las herramientas digitales es el alcance que nos permiten tener con un ligero esfuerzo. Las redes sociales, las páginas web, los blogs, etc. son vehículos muy eficaces para dar mayor visibilidad al mensaje de la empresa, aumentando el ámbito de influencia de los objetivos del negocio.
- Sorprender al cliente. La capacidad que tienen las tecnologías digitales en crear productos y servicios con funcionalidades sorprendentes, que resuelvan necesidades ocultas del cliente, son el “santo grial” de los directores de marketing. Aquí el campo es muy amplio, desde el marketing digital y la innovación de productos hasta la omnicanalidad y un servicio al cliente insuperable. De hecho, los primeros pasos en la transformación digital suele producirse por parte del Director de Marketing, que cuenta en general con mayor presupuesto y libertad de acción que otras áreas de la empresa. En otro documento haremos énfasis en las oportunidades y riesgos que para el Director de Marketing tiene la transformación digital.
Papel del CEO y del CIO en la transformación digital de las empresas
- El papel del CEO
En este contexto, el papel del CEO es el de liderar la transformación digital como un elemento de la estrategia del negocio: solo él puede liderarlo teniendo en cuenta los siguientes factores:
- El alto grado de incertidumbre y riesgo que conlleva, tanto “no hacer nada”, como hacerlo de la forma equivocada.
- Las inversiones que con toda seguridad requerirán.
- El balance entre el largo plazo y el cortoplacismo.
- La necesidad de una sola voz, clara y directa, que reoriente toda la empresa hacia este objetivo.
El CEO necesita liderar, pero también rodearse de las personas necesarias para llevarlo a cabo. Una de las figuras clave es el CIO (Director de Sistemas o Chief Information Officer).
- El papel del CIO
Cualquiera de los cambios que hemos mencionado anteriormente tienen una base de tecnología: cuando se trata de transformación digital, el avance va de la mano de la adopción de nuevas herramientas tecnológicas. Porque, aunque la tecnología no es la única palanca de la digitalización de los negocios, es su protagonista imprescindible.
De todo ello hay profesionales en las empresas capaces de ver en la tecnología una oportunidad real para hacer crecer sus negocios. Son firmes defensores de la evolución digital.
De ahí que, ordinariamente, el CIO y su equipo se conviertan en pieza clave para cualquier entidad que quiera competir en un mercado cada vez más digitalizado. Incluso, en muchas empresas, las habilidades y destrezas del CIO son las causantes de que comiencen a dar sus pasos en la transformación digital.
Muchas veces todo empieza con un CIO convertido en poderoso gurú de la analítica, de la evolución del dato, de la monitorización de las nuevas herramientas, y de la tecnología en su conjunto.
Aun cuando la madurez de la empresa en la transformación digital sea un hecho que abarca a todas sus funciones bajo el liderazgo al máximo nivel (Comité de Dirección, CEO, …), siempre tendrá el CIO un papel determinante en la conexión y alineamiento de todas las áreas presentes del negocio hacia la implementación de una estrategia digital.
En definitiva, la personalidad, talento y formación del CIO cuenta con una alta responsabilidad. Intervendrá en la transformación digital de la empresa mediante una tarea lejos de ser sencilla: dar sentido a la irrupción tecnológica en el negocio.
El negocio de la tecnología o la tecnología del negocio
El CIO tiene que reivindicarse y ser reivindicado como participante en la evolución estratégica y táctica de la empresa, y esta reivindicación es una buena medida de que la empresa ha tomado conciencia de la necesidad transformarse y una buena medida de la madurez digital de la empresa.
No estamos hablando sólo de desplegar con sentido herramientas informáticas, sino de la incorporación de nuevas lógicas de trabajo fuertemente multidisciplinares y de nuevas formas de abordar las iniciativas y sus proyectos con un enfoque de negocio: datos, procesos y herramientas al servicio de la identificación y satisfacción de las necesidades de los clientes.
En definitiva, se necesita hacer realidad el acercamiento de la tecnología y el negocio, y esto es posible con profesionales de la tecnología capaces de superar sus límites de responsabilidad y que sean facultados para participar en las decisiones y seguimiento de la evolución estratégica y táctica de la empresa.
Con ello será posible evolucionar del “negocio de la tecnología”, a lo que muchas veces se reduce la visión de la infraestructura, a disfrutar de la “tecnología del negocio” como elemento clave de su sostenibilidad, que es uno de los fundamentos de la transformación digital de las empresas.