En el ámbito del software empresarial no hay margen para la confusión, especialmente cuando se trata de buscar soluciones que optimicen el funcionamiento de la organización y aumenten su competitividad. A pesar de ello, normalmente se producen malentendidos entre conceptos que es necesario aclarar. Es el caso de la relación entre el software low code y el BPM para la gestión de procesos. ¿Cuáles son las diferencias entre ambos?
La confusión entre las plataformas low code y las soluciones BPM se remonta a un informe de Forrester de 2014. En dicho informe se hablaba de low code orientado a procesos (process-focused Low-Code platforms). Desde entonces, a menudo se ha tomado el término Low Code como sinónimo de BPM o se han producido otro tipo de confusiones sobre las semejanzas y las diferencias de ambos conceptos.
Hoy me gustaría aportar mi granito de arena al esclarecimiento de la cuestión para ayudar a los directivos con un perfil más orientado a negocio y menos familiarizados con la jerga de IT. Al terminar este artículo podrás identificar fácilmente las diferencias entre ambos planteamientos.
Veamos en qué consiste cada una de ellas.
El desarrollo Low Code, que podríamos traducir como “poco código”, es una nueva forma de crear plataformas y aplicaciones de software empresarial. La principal ventaja frente a las metodologías clásicas que han utilizado los desarrolladores hasta la aparición del desarrollo ágil, es que con tecnologías basadas en Low Code, la creación de código de forma manual se reduce al mínimo.
Se trata de un cambio de paradigma que tiene ciertas ventajas:
La diferencia más importante respecto a una plataforma BPM, es que el Low Code es una herramienta genérica con la que se puede desarrollar todo tipo de software, y no solo el que se orienta a los procesos.
Mediante Low Code se pueden crear aplicaciones como BI, CRM, ERP o cualquier otro tipo de plataforma de software corporativo.
El software Business Process Management (BPMS), permite gestionar los flujos de trabajo y llevar a cabo los siguientes pasos para optimizar los procesos de negocio:
Al optimizar los flujos de trabajo (o incluso redefinirlos mediante reingeniería de procesos), la eficiencia de la organización mejora a toda la cadena de valor, algo que también tiene consecuencias positivas sobre la gestión del riesgo, el compliance, etc.
Una vez definidos ambos conceptos, es el momento de explicar las diferencias entre ellos. Para que se entienda a la perfección en que se distinguen Low Code y BPM, me gustaría primero hablar de la conexión que existe entre ambos. Ya la hemos sugerido al definir el concepto de Low Code, pero merece la pena explicarlo de la forma más clara posible.
La relación entre Low Code y BPM es que algunas soluciones de Business Process Management pueden desarrollarse mediante tecnología de poco código. Lógicamente, también pueden crearse plataformas BPM con metodologías clásicas, en las que se procede paso a paso a crear un sistema completo, desde la definición de los requerimientos, hasta la implementación definitiva. Un proceso lento y económicamente costoso que ya no encaja con las necesidades de un mercado marcado por la transformación digital y la constante actividad de agentes disruptores.
Cuando Clay Richardson y John Rymer, los analistas de Forrester utilizaron el concepto de “process-focused Low-Code platforms”, se estaban refiriendo en realidad a los BPM de nueva generación, mucho más ágiles y rápidos de desarrollar.
La diferencia fundamental es, por tanto, que una solución BPM puede desarrollarse mediante Low Code para atender a las exigencias que impone el mercado en la era de la transformación digital, pero no todos los BPM son Low Code.
Conocer la situación de tu empresa es el primer paso para hallar la mejor solución BPM específica para las necesidades de vuestra organización. Si deseas saber más sobre la forma en la que la tecnología Low Code de desarrollo de software puede ayudar a tu organización, puedes consultar conmigo.
Te escucho.