En el marco jurídico y legal, las cosas se encuentran en constante movimiento. Las actividades y los riesgos laborales hacen que los reglamentos y normas se actualicen cada cierto tiempo, pues buscan la máxima protección y el buen ejercicio de las empresas en la materia que les corresponde. Velan por la seguridad y han venido para quedarse.
Basta con echar un vistazo al nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) aplicado desde el pasado 25 de mayo. Hoy, queremos hacer un recorrido por algunos de los incumplimientos más comunes de las empresas, así como hablar de una medida eficaz para solventar este tipo de situaciones.
Cumplir es una fuerza.
A veces, el mayor riesgo es quedarse de brazos cruzados. En la actualidad, los expertos en desarrollo de programas de cumplimiento son conscientes de que muchas empresas carecen de las medidas de control de la documentación necesarias para garantizar el cumplimiento y la seguridad. Sin más, os contamos algunas de las actividades ilícitas más comunes:
Es una vía de riesgos para la empresa. Si existe algo contrario a su actividad es la falta de actividades lícitas en la misma. La actuación en el mercado mediante el soborno, el tráfico de influencias o incluso cualquier otra modalidad de corrupción “atenta directamente con la esencia de la empresa” y supone un grave peligro. Por eso, la lucha contra la corrupción debe formar parte de las tareas del RC y formar parte del compromiso ético.
Los riesgos que conlleva el blanqueo de capitales para las empresas son infinitos. Las consecuencias que puede acarrear son muy graves. El cumplimiento normativo en esta materia debe estar garantizado, por lo que es importante saber cómo prevenir el blanqueo de capitales. Se trata de un delito tipificado en el Código Penal y regulado en el artículo 301.
Este se ha convertido en un incumplimiento común desde que comenzó a aplicarse el pasado mes de mayo. Sirva de ejemplo la multa por incumplimiento que fue impuesta a LaLiga el pasado mes de junio. El sector jurídico consideró que la aplicación móvil había vulnerado el RGPD por “no alinear el consentimiento que da el usuario con el juicio de proporcionalidad”, entre otras cosas.
Se trata de los recursos que la empresa destina a cumplir con la normativa fiscal interna y externa, así como de sus responsabilidades. Definir cuál es la política fiscal interna que va a seguir es fundamental para el buen funcionamiento. Además, hay que tener en cuenta que, durante los últimos años, la normativa ha ido incorporando elementos que van obligando a las empresas a tener el cumplimiento fiscal muy en cuenta. Sirva de ejemplo la Ley de Prevención de Blanqueo de Capitales de la que os hablábamos anteriormente.
Para empezar, debes saber que la mayor parte de los problemas legales que pueden presentarse en tu empresa son prevenibles. Solamente hace falta contar con las herramientas necesarias. Estamos de acuerdo con que las organizaciones no pueden prevenir ciertos imprevistos o urgencias, pero sí pueden mitigarlos.
Por ello, existen softwares capaces de facilitar la gestión y de reducir, en la medida de lo posible, los daños ocasionados por los riesgos. Sin embargo, puestos a hablar de cumplimiento, cada vez es más necesario que las empresas hagan una evaluación continua de sus actividades. De hecho, ya existen plataformas de gestión de procesos que conllevan la mejora permanente.
En el caso del RGPD, es el mismo quien establece la obligación de utilizar el cifrado para proteger la información sensible de las empresas europeas.
Los RC de las empresas se preocupan por mejorar sus procesos de formación con los trabajadores, por la manera de supervisar su comportamiento, en cómo pueden detectar los errores, y, en definitiva, se preguntan cómo pueden garantizar un programa de cumplimiento efectivo.
No pongas precio a la tranquilidad y la certeza del cumplimiento.
Así es. Algo está sufriendo una auténtica transformación. La sociedad se ha vuelto cada vez más exigente, y los desafíos de las empresas han aumentado. Hace algunos años, ni siquiera era común hablar de la figura del compliance dentro de estas. Hoy, sí lo es. Sus funciones han evolucionado hacia la identificación del cumplimiento, la evaluación de los riesgos, la definición de las funciones y responsabilidades, el establecimiento de controles e indicadores y un largo etcétera que desemboca en proteger a las empresas del incumplimiento y velar por un recorrido integral.