Latinoamérica enfrenta una amenaza constante en el mundo de las telecomunicaciones: el fraude de identidad. Este fenómeno global cobra una dimensión preocupante, y México no escapa a su alcance, con el 25 % de los fraudes en el sector de las telecomunicaciones atribuidos al robo de identidad.
La falta de visibilidad en el ciclo de vida de las identidades de los clientes ha generado un escenario propicio para los estafadores en América Latina, impactando a empresas que buscan mantenerse a la par en un entorno digital en constante cambio.
En este contexto, el fraude de identidad digital en telecomunicaciones plantea desafíos significativos en Latam, donde los ciberataques han aumentado entre un 30 % y un 40 % en los últimos tres años. En este artículo, abordamos este problema, desde los tipos de fraude más comunes hasta las soluciones de ciberseguridad innovadoras que pueden marcar la diferencia en la lucha contra él.
¿Te preguntas cómo pueden las empresas de telecomunicaciones protegerse y, al mismo tiempo, ofrecer un servicio eficiente a sus clientes? Estás a un paso de descubrirlo.
El fraude de identidad es una práctica delictiva en la cual un ciberdelincuente, de manera maliciosa, se apodera de la información personal de otra persona con el objetivo de cometer actividades fraudulentas. Este tipo de fraude implica el uso indebido de datos personales, como nombres, direcciones, números de teléfono, y en el contexto de las telecomunicaciones, información relacionada con dispositivos y cuentas de servicio.
En el ámbito de las telecomunicaciones, el fraude de identidad digital puede manifestarse de diversas maneras, desde la obtención ilegítima de servicios utilizando la información de otra persona hasta la manipulación de datos para realizar transacciones fraudulentas. Uno de los escenarios más comunes es el robo de identidad para adquirir servicios telefónicos o realizar transacciones económicas, generando pérdidas tanto para los usuarios legítimos como para las empresas afectadas.
Este tipo de fraude puede tener repercusiones significativas, incluyendo la pérdida financiera para los afectados, daño a la reputación de las empresas y la exposición a riesgos de seguridad.
En América Latina, las empresas enfrentan crecientes riesgos debido a la falta de visibilidad en el ciclo de vida de las identidades de sus clientes. La región ha experimentado un aumento significativo de ciberataques en los últimos tres años, y un 6,8 % de las transacciones electrónicas son rechazadas debido a sospechas de fraude, incluso cuando algunas son legítimas.
Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), durante el primer trimestre de 2021, el coste por contracargos en compras electrónicas ascendió a 787 millones de pesos mexicanos. Además, se registró un aumento casi del 90 % en quejas por fraudes cibernéticos en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Además, ten en cuenta que el crecimiento de abonados a telefonía móvil en Latinoamérica aumenta la probabilidad de que las compañías de telecomunicaciones sean objetivo de estafa y fraude electrónico.
Las compañías de telefonía móvil enfrentan desafíos significativos, como bajos índices de aprobación, pérdida de clientes, dificultades para aceptar métodos de pago alternativos y altos índices de fraude. Por tanto, los proveedores de telecomunicaciones se enfrentan a una constante batalla entre impulsar las ventas y la experiencia del cliente y detener los ataques y patrones de fraude.
Los tipos de fraude más comunes son:
Otros tipos de fraude incluyen Wangiri, bombeo de tráfico y hackeos BPX, que atacan la ciberseguridad de las teleoperadoras. A pesar del crecimiento del 37 % en el fraude en los últimos 3 años, ¿sabías que solo el 6 % de las empresas del sector utilizan recursos de inteligencia artificial o aprendizaje automático para protegerse?
Datos recientes revelan que más del 65 % de las personas utilizan contraseñas con más de 5 años de antigüedad, y un alarmante 70 % emplea la misma contraseña en varios sitios. En el contexto empresarial, donde el teletrabajo es cada vez más común, estas cifras adquieren una importancia crítica.
La gestión efectiva de la autenticación y la seguridad se vuelve esencial en las empresas, especialmente al equilibrar la calidad de autenticación y la comodidad para los empleados. Sin embargo, muchas organizaciones, independientemente de su tamaño, carecen de soluciones adecuadas para gestionar identidades de manera eficiente.
En este contexto, IAM Secure se presenta como una solución integral que aborda este triple desafío en el acceso seguro a los recursos empresariales:
En IAM Secure encontramos dos módulos bien diferenciados que pueden contratarse juntos o por separado:
En resumen, IAM Secure no solo fortalece la seguridad y protege contra el fraude de identidad, sino que también optimiza la productividad, reduce costes y mejora el control de riesgos en el acceso a recursos empresariales.
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