Todo está cambiando. Somos miles de millones de personas viviendo en un mundo hiperconectado. Nos comunicamos, interactuamos y nos informamos cómo, cuándo y dónde queremos. Tenemos mejor acceso al conocimiento. Y aunque no lo creas, tus consumidores te llevan varios clics de ventaja.
Conforme la penetración de las TIC ha ido en aumento, las empresas han tratado de medir y explicar el uso de las mismas para mejorar su rentabilidad y competitividad. Así, se está produciendo una evolución lenta, pero constante; compleja, pero satisfactoria; vertiginosa, pero con ganas de echar a volar.
Si antes, innovar era una opción, ahora, es una obligación. Sin la transformación digital, las empresas quedarán en el olvido.
¿Cómo responder a la era más exigente en términos de innovación empresarial?
A estas alturas, no te pillará por sorpresa saber que la transformación digital es la integración de la tecnología digital en todos los procesos y áreas de una empresa, transformando su forma de operar y ofrecer valor a los clientes.
Es un cambio a gran escala en la organización de la empresa, sus operaciones, procesos y productos con el fin de adaptarse a los cambios en el comportamiento de los clientes, competencia, sector y empleados derivados de las tecnologías digitales.
Desde que la era de la transformación digital llegó a nuestras vidas, todo parece haberse convertido en tendencias. “Últimas novedades tecnológicas por aquí, nuevas formas de hacer negocio por allá”. Y eso pasa más de lo que crees, porque la transformación digital, primero, va de pensar, y luego, de buscar herramientas.
Es decir, nace de dentro, cambiando la mentalidad de las personas y la cultura de la organización. Y luego, incorpora nuevos procesos, competencias y habilidades.
“Mi empresa es digital porque utiliza herramientas que lo son”. No. Tu empresa es digital porque lo son todos tus procesos y operaciones.
¿A quién no le remueve la idea de impulsar su empresa digitalmente? Es un cambio a gran escala, y, como tal, requiere tiempo. Al igual que sucede con el cambio en la vida personal, en lo profesional también hay cuatro formas de afrontarlo: resistirse, resignarse, aceptar y cambiar. ¿En cuál estás tú?
Piénsalo mientras avanzamos en la gestión empresarial durante la era digital. Estamos ante una nueva revolución llamada digital, que no solo cambia los hábitos personales, sino la forma de hacer negocios. Por un lado, los consumidores evolucionan hacia nuevas expectativas, formas de relacionarse. Por otro, las empresas adoptan nuevas tecnologías para adaptarse a una demanda cambiante y exigente, buscan nuevos talentos, modifican sus metodologías de trabajo y persiguen propuestas que combinen perfectamente la reputación, la diferenciación.
Eso sin olvidarnos de los nuevos actores apoyados en avances digitales. El guion ya está escrito, pero tú decides cómo vivirlo.
A la vista está. 2021 es el año de afianzar todos esos cambios que veníamos planeando tiempo atrás, sobre todo porque la pandemia del COVID-19 ha acelerado la transformación digital de las empresas. ¿Cómo? Impulsando el comercio electrónico y los pagos digitales, poniendo en marcha el trabajo en remoto, aumentando la conciencia en ciberseguridad de las empresas, y un largo etcétera.
El proceso de cambio ya comenzó en 2020, pero se consolidará más a lo largo de este año para completarse. Es un año de cambio y adaptación. De hecho, “el presupuesto de las empresas en España durante este año contempla 4.200 millones para innovación tecnológica”, según La Vanguardia.
¿Qué cambió en 2020?
En definitiva, se ha acelerado la transformación digital. Pongamos el ejemplo de una pequeña tienda física de moda juvenil. La declaración del estado de alarma supuso su cierre, dado que no era considerada una actividad esencial y la población estaba confinada. ¿Qué opciones tenía el empresario? Lo más habitual ha sido buscar una nueva forma de vender sus artículos a través de internet, un reto para el que muchas empresas ni siquiera estaban preparadas. No en aquel momento.
Si aplicamos este caso a miles de negocios, 2020 hizo que muchas empresas se dieran cuenta de que la transformación digital de sus modelos de negocio no era cuestión de tener presencia en Instagram, un perfil en LinkedIn, dos ordenadores y una página web. Exigía algo más, como la transformación de la cultura, de la forma de ofrecer valor y la mejora de la experiencia del cliente.
“El futuro depende de lo que hagas hoy” - Gandhi
Miles de empresas han acelerado su digitalización en el año de los cambios digitales. Y en 2021 estamos notando sus efectos en forma de:
Toda transformación digital debe partir de una planificación:
Era de transformación digital. Progresar o desaparecer. ¿Qué camino vas a tomar tú?