La gestión de activos empresariales es un paradigma de negocio en constante evolución que busca optimizar el valor y el rendimiento de los activos físicos a lo largo de su ciclo de vida. Desde la etapa de diseño hasta su reemplazo, pasando por la operación y el mantenimiento, la gestión de activos se ha convertido en un enfoque esencial para maximizar la eficiencia y reducir costes en diversos sectores.
En este contexto, el compliance emerge como un pilar fundamental para asegurar que las operaciones relacionadas con los activos se lleven a cabo de acuerdo con las leyes y regulaciones aplicables. En este artículo, exploramos la relación entre el compliance y la gestión de activos, destacando cómo el seguimiento de activos y el el Motor de Cumplimiento contribuyen a fortalecer la seguridad, la eficiencia operativa y la integridad en un entorno empresarial cada vez más regulado.
¡Empezamos!
La gestión de activos empresariales hace referencia a la gestión de todo el ciclo de vida de los activos físicos con el objetivo de aumentar su valor. De esta forma, cubre procesos como el diseño, la explotación, el mantenimiento y el reemplazo de activos e infraestructuras.
También evalúa los riesgos y las oportunidades de cada uno de los activos con el fin de establecer prioridades. Estos activos pueden encontrarse en distintas ubicaciones, instalaciones o departamentos y su gestión puede mejorar el rendimiento, el retorno de la inversión (ROI) y reducir costes.
Cuando hablamos del compliance en la gestión de activos de una empresa nos referimos al cumplimiento normativo y regulatorio que una organización debe asegurar en todas las fases de gestión de sus activos. Esto incluye la planificación estratégica, operaciones, mantenimiento e inversiones de capital.
El objetivo principal del compliance en este contexto es asegurar que todas las actividades relacionadas con los activos se lleven a cabo de acuerdo con las leyes, regulaciones y normativas correspondientes. En el marco de la gestión de activos empresariales, el compliance abarca distintas áreas:
En definitiva, el compliance en la gestión de activos empresariales implica asegurarse de que todas las operaciones y decisiones relacionadas con los activos cumplen con las normativas pertinentes. Esto no solo garantiza el cumplimiento legal, sino que también contribuye a la eficiencia operativa, la gestión de riesgos y la protección de la reputación empresarial en un entorno cada vez más regulado y exigente.
El seguimiento de activos desempeña un papel clave en mejorar la seguridad y el compliance en las empresas al ofrecer un control más preciso y una gestión más eficiente de los activos. A continuación, te contamos los detalles clave de cómo el seguimiento de activos contribuye en este aspecto:
En resumen, el seguimiento de activos proporciona un control más efectivo y una gestión más precisa de los activos en todas sus etapas.
El compliance en la gestión de activos está estrechamente relacionado con el Motor de Cumplimiento de Cibernos, que deriva de la implementación del control y el seguimiento de activos en las operaciones empresariales. Este motor se basa en los siguientes puntos:
Si deseas obtener más información sobre el Motor de Cumplimiento y su papel en la gestión de activos, descarga el siguiente contenido.