¿Smart cities? ¿Qué supone vivir en ellas?
Medir, pensar y decidir eran tareas adjudicadas exclusivamente a la lógica humana hasta hace unos pocos años. Con el desarrollo y la evolución de la inteligencia artificial, ahora, las máquinas son capaces de desarrollar estas funciones. Y no es que comparamos ambos sujetos, es simplemente que pueden complementarse a la perfección. Cuando decimos ‘máquinas’ no hablamos de gigantes tecnológicos, sino de muchos de los aparatos que utilizas en tu día a día: televisiones inteligentes, teléfonos móviles, neveras inteligentes, termostatos, etc.
Las nuevas tecnologías también han llegado a las ciudades para combatir el reto de la sostenibilidad y la movilidad. Pero ¿cómo lo están haciendo?
Existen infinitas tecnologías que están haciendo posible la existencia de las ciudades inteligentes en España y el resto del mundo. Y una de las más notorias es el big data.
¿Qué es? ¿Cómo surge? ¿Para qué sirve?
Vamos por pasos… big data, macro datos, datos a gran escala o datos masivos. Existen muchas formas de hacer referencia a este término, pero todas tienen el mismo significado. El big data es una cantidad de datos elevada que supera la capacidad del software tradicional para ser procesados en un tiempo razonable. Por tanto, analiza el comportamiento del usuario para extraer el valor de la información almacenada y obtener predicciones de los patrones que se observan.
Aunque parece un concepto novedoso, se utiliza desde los años 90, cuando se utilizó por primera vez el término y los investigadores de la NASA, Michael Cox y David Ellsworth, afirmaron que “el gran aumento de datos se estaba convirtiendo en un problema para los sistemas informáticos”.
Fue en 2015 cuando las smart cities empezaron a ganar popularidad con los datos y el Internet de las Cosas (IoT). El futuro de las urbes pasa irremediablemente por el tratamiento y la gestión de esa enorme cantidad de datos que están recogiendo.
Las ciudades inteligentes están aprovechando todo el poder del big data por ejemplo para gestionar la movilidad y el comportamiento de los ciudadanos de una manera mucho más inteligente. En este post hemos recopilado todas las cosas que esta tecnología puede hacer por las smart cities:
Acceder a una sanidad mejor y personalizada, crear ciudades mucho más participativas, gestionar los recursos disponibles de manera más eficiente, optimizar todo tipo de transportes… Existen infinitas posibilidades del big data en las smart Cities.
La mayoría han sido revelados en el párrafo anterior, pero queremos recopilar todas las ventajas de esta tecnología en las smart cities:
¿Imaginas conocer en tiempo real la llegada del siguiente autobús a tu parada? ¿Realizar videovigilancia inteligente? ¿Medir el ruido y los gases contaminantes?
Junto a los proyectos de desarrollo sostenible, ya es una realidad en multitud de smart cities gracias al papel del big data.
¿Recuerdas cuándo tu ciudad era un poco más pequeña de lo que es en la actualidad? Un barrio que ha crecido, multitud de edificios nuevos, parques… Los núcleos urbanos crecen constantemente, lo que nos lleva a plantearnos multitud de problemas y desafíos: mayor c
ontaminación, más tráfico, elevadas emisiones de dióxido de carbono, escasos recursos, falta de materias primas…
¡La tecnología y los datos nos dan la clave para resolver estos hándicaps en las ciudades! Ahora, encontrar una solución a los atascos, controlar la contaminación lumínica y gestionar los residuos son tareas vitales para lograr una ciudad sostenible. En este sentido, el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA) y el big data están facilitando el desarrollo de soluciones que aumentan la sostenibilidad.
A través de los dispositivos y los sensores encargados de recopilar los datos que generan los ciudadanos se puede obtener una imagen detallada de cómo funciona la ciudad en tiempo real. Como consecuencia, se mejoran los servicios públicos.
¡Por una smart city que brinda por la preservación del medio ambiente!