En el año 2014, los tribunales de China multaron a la multinacional farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) con 379 millones de euros, la mayor multa de su historia.
La farmacéutica fue culpada de organizar una red gigantesca de sobornos en hospitales y centros médicos a lo largo de todo el país. Por esa razón fue condenada a pagar una multa millonaria.
Además, Mark Reilly -director ejecutivo de la multinacional británica en China- y otros cuatros altos cargos fueron condenados a unas penas de cárcel de entre 2 y 3 años. Todo ello debido a los sobornos que le hicieron a las clínicas, médicos o enfermeras para utilizar los medicamentos de GSK.
Según recogen los cargos, Reilly llevaba presionando a sus equipos de ventas desde el año 2009 para que se vendieran más fármacos. El problema, es que pretendía conseguirlo por incentivos a través de sobornos, que llegaron a alcanzar la cuantía de 379 millones de euros. La cantidad reflejada en la multa que han sido condenados a abonar.
Dichos sobornos se produjeron incluso mediante en viajes y conferencias, entre muchos otros. E incluso se afirma que no solamente los hicieron el personal médico, sino también otros funcionarios. Además, segundo señaló la acusación, esos pagos llegaron a disparar los precios de los medicamentos hasta 7 veces más respecto a otros países.
Como consecuencia de lo sucedido, la multinacional tuvo que admitir tanto los cargos como el veredicto final emitido por el tribunal de China. Asimismo, la subsidiaria china, GSKCI, emitió un comunicado afirmando que prometen convertirse en un modelo y que “las actividades ilegales de GSKCI son una clara violación de las normas y procedimientos internos de GSK”.
El gobierno chino prometió que castigaría todos los casos de corrupción, independientemente del nivel económico de la compañía, por lo que este caso es una prueba más de que efectivamente se lo toman en serio.
Y es que la población china siempre ha manifestado sus quejas sobre la corrupción en el sector sanitario y el alto precio de las medicinas y de los tratamientos médicos. Sobre todo partiendo del dato que recoge la Asociación de Compañías Farmacéuticas de China, afirmando que los sobornos pueden suponer más de un 20% de sobrecoste de un medicamento en dicho país.
Este caso pudo haberse evitado completamente, debido a que fueron juzgados por hacer numerosos sobornos para que empleasen sus fármacos. No hace falta decir que se debe a una mala práctica, debido a que hay otras formas más éticas de conseguir el objetivo inicial de la compañía: vender más.
Sin embargo, para suerte de la compañía, parece que las numerosas disculpas de GSK han surtido efecto y no parece que vaya a salir perjudicada con lo sucedido. Es más, según Edison Investment Research, su mercado farmacéutico será el mayor del mundo en el año 2020.
Parece que GSK China aprendió la lección, por lo que si gestionan su negocio respetando la ley, con el tiempo conseguirá recuperar completamente la confianza tanto del gobierno como del pueblo chino.
¿Qué opinas de lo sucedido? ¿Crees que, a pesar de lo que pasó, la compañía seguirá liderando el mercado de los fármacos? ¿O que si fuera una compañía más pequeña la hubiera hundido para siempre? ¿Tienes claro que en tu empresa estas prácticas son imposibles? No dudes en darnos tu opinión.