En esta ocasión, en lugar de hablar de teoría, voy a plantearte un caso práctico y totalmente real con uno de nuestros clientes.
Por motivos de confidencialidad, hay detalles que no puedo revelarte. No obstante, la problemática que resolvimos es tan frecuente, que seguro que te sientes identificado.
Érase una vez una empresa financiera que dependía de una hoja de Excel.
[vc_text_separator title="¿Te suena la historia?" el_width="90"]
Esta empresa llevaba a cabo el cálculo de la rentabilidad de la construcción en suelos, implementando 3 sofisticados métodos (cálculo rápido, intermedio y avanzado), mediante el uso de una compleja hoja de Excel.
Los resultados permitían evaluar la viabilidad económica de la construcción o comercialización del suelo.
Eso suponía un gran problema operativo, dado que, cada vez que se hacía una modificación en la programación del Excel original -o si el departamento de Dirección Financiera enviaba nuevos inputs-, se originaban múltiples desajustes entre las versiones utilizadas por cada uno de los analistas.
Se trataba del clásico problema de la multiplicación de las versiones de un mismo documento corporativo, con el agravante de que, en este caso, dicho documento era una importante herramienta de cálculo financiero.
Nuestro cliente deseaba contar con un software que fuese utilizado por todo su departamento de Riesgos –Real Estate y Cobranzas–, evitando los desajustes que tenían lugar por los cambios introducidos en la hoja de Excel empleada hasta ese momento.
[vc_text_separator title="¿Cuáles eran los problemas?" el_width="90"]
Nuestro cliente se enfrentaba a un grave dilema.
Contaba con una compleja hoja de cálculo diseñada en Excel, cuya programación interna representaba un importante know-how atesorado por la organización.
Todo parecía indicar que si querían contar con un software avanzado de cálculo de riesgos, tendrían que compartir sus valiosos algoritmos y fórmulas con la empresa que se encargase de desarrollar la solución.
Por supuesto, siempre existía la posibilidad de firmar un acuerdo de confidencialidad. No obstante, el riesgo inherente a la cesión del know-how está siempre presente y es muy difícil de contener.
¿Conoces la expresión “solucionar un problema creando otro”?
Ésta era otra de las problemáticas que planteaba el desarrollo de un software a medida para la gestión de riesgos.
Gracias a la utilización de una hoja de cálculo de Excel, el departamento de riesgos de nuestro cliente disponía de una gran autonomía a la hora de hacer modificaciones y mejoras en su sistema de cálculo por parte de sus analistas y financieros.
Tan sólo tenían que modificar la programación del Excel y compartir la nueva versión con los usuarios.
Sin embargo, el cambio a una aplicación desarrollada a medida suponía que, cada vez que necesitaran hacer alguna modificación, tendrían que recurrir a nosotros (o al suministrador escogido) para proceder a alterar la programación del nuevo software.
Esa situación implicaba, además, que su operatividad pasaría a depender de nuestra velocidad de respuesta para hacer los cambios en la programación.
Nuestro cliente estuvo valorando la posibilidad de contratar desarrollos a medida del 100 % de la funcionalidad requerida.
En su defecto, también podía continuar como hasta ese momento, utilizando carpetas compartidas entre los usuarios o bien realizando intercambios, mediante el envío de correos electrónicos.
... hasta que llegó AgilePlan.
Nuestra solución fue (aparentemente) sencilla e ingeniosa.
Sugerimos conservar la hoja de Excel como motor de cálculo e integrarla con el nuevo software desarrollado por nuestra factoría AgilePlan.
Dicho software volcaría en el Excel los datos ingresados por los analistas y devolvería los resultados ofrecidos por la hoja de cálculo, y todo de forma absolutamente desasistida.
[vc_text_separator title="¿Cuáles son las ventajas?" el_width="90"]
Obviamente, no todo fue un camino de rosas. Entre los variados imprevistos, éstos fueron los más problemáticos:
En la integración hubo problemas con algunas macros de Excel que estaban diseñadas para interactuar con el usuario. Lo solucionamos creando macros automatizadas que se invocaban desde la interfaz de integración.
El mayor problema radicaba en que los procesos de cálculo en el Excel tardaban demasiado tiempo en ejecutarse. Para resolverlo, desarrollamos la solución de forma que pudiera ejecutar a la vez, en varios hilos independientes, un número configurable de excels. De esa forma, una sola instancia de nuestro integrador ejecutaba en paralelo varios cálculos, controlando la ejecución de cada uno, priorizando instantáneamente unos cálculos sobre otros y manteniendo siempre la independencia de cada uno.
[vc_text_separator title="¿Cuál fue el resultado?" el_width="90"]
Logramos reducir el tiempo de ejecución de cálculo de modalidad avanzada, de un intervalo inicial de entre 30 y 60 minutos, a un intervalo final de alrededor de 2 minutos.
Gracias al desarrollo creado por AgilePlan, nuestro cliente logró:
¿Qué te ha parecido este caso?
Estoy convencido de que, en tu empresa, contáis con un problema parecido.
Compártelo conmigo. Estaré encantado de escuchar los detalles.
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