La inversión en tecnologías basadas en la nube para las empresas está creciendo de forma exponencial a lo largo de estos últimos años. Esto incluye todo el compendio de soluciones SaaS (Software as a Service), IaaS (Infraestructure as a Service) y PaaS (Platform as a Service).
De hecho, de acuerdo con las predicciones Goldman Sachs, el ritmo de crecimiento anual compuesto en el periodo 2013 a 2018 se situará en el 30%. Esto supone 6 veces que la media general de inversión en IT.
¿Cuáles son los beneficios y ventajas competitivas que están haciendo que las empresas vuelquen sus esfuerzos en esta tecnología?
Las tecnologías informáticas tradicionales requerían costear y disponer permanentemente de la capacidad suficiente para hacer frente a los picos de demanda de recursos por parte de las empresas, lo que suponía un derroche de recursos durante las épocas de caída de la demanda.
Por el contrario, los servicios basados en la nube proporcionan un gran nivel de escalabilidad y adaptabilidad a las cambiantes necesidades operativas de las organizaciones, tanto si tiene lugar un incremento como una reducción de las mismas.
Gracias a los nuevos modelos de tecnología en la nube de datos, las empresas pueden elevar o restringir rápidamente la capacidad y el número de servidores remotos de los que hagan uso. Pongamos un ejemplo de esta flexibilidad: puedo quiero hacer uso de 10 servidores durante 2 horas todos los días para consolidación y sólo se pagaría por esas 2 horas. Todo ello se traduce irremediablemente en una notable reducción de costes.
Precisamente, el mayor problema de las soluciones de IT locales siempre ha sido que los costes iniciales generados por la adquisición de servidores y demás hardware suponían una inversión cuyo retorno tenía lugar en el largo plazo.
Este modelo de gastos de capital (CapEx) ha sido sustituido por un modelo basado casi exclusivamente en gastos operativos (OpEx), lo cual resulta mucho más atractivo en el corto y medio plazo, además de reducir los riesgos inherentes a la inversión en equipamiento.
La inversión e implantación de un sistema de recuperación de desastres ha sido uno de los principales talones de Aquiles de las pymes. Esto es debido a que sus requerimientos económicos y logísticos podían llegar a ser muy elevados.
Los sistemas de backup y recuperación de desastres basados en la nube han puesto al alcance de todos los negocios una tecnología que ya no requiere de las elevadas inversiones habituales.
El mantenimiento del hardware necesario para mantener una infraestructura IT también representa una partida presupuestaria muy importante.
Además, por regla general, las soluciones on-premise o licenciatarias obligan a realizar actualizaciones trienales o quinquenales, que implican el desembolso económico correspondiente, si se quiere poder seguir utilizando el software o plataforma adquirida originalmente.
Por el contrario, los suministradores de tecnología en la nube son los responsables directos de mantener su infraestructura permanentemente actualizada, con lo que las empresas ya no tienen que preocuparse por las cuestiones de mantenimiento.
¡Y lo que es aún mejor!
Debido a la facilidad con la que todo el sistema es actualizado, las últimas versiones de las aplicaciones y sus nuevas funcionalidades son puestas en manos de los clientes tan pronto como están listas.
Es por ello que las actualizaciones de los servicios basados en la nube tienen lugar con mucha más frecuencia que el despliegue de la última edición de los SaaS tradicionales.
La colaboración entre equipos pertenecientes a distintos departamentos siempre ha supuesto todo un reto organizativo. Si dichos equipos se localizaban en distintas sedes, las complicaciones logísticas podían resultar insuperables.
La llegada de funcionalidades colaborativas en la nube ha erradicado este tipo de limitaciones.
Ahora, los equipos pueden colaborar y reunirse virtualmente, así como compartir y modificar información en tiempo real.
Sobra decir que la capacidad de reacción y desarrollo de producto por parte de las empresas se ha visto notablemente incrementada, por lo que la llegada al mercado de sus propuestas tiene lugar con mucha mayor rapidez.
Las aplicaciones basadas en la nube están disponibles desde cualquier dispositivo y lugar del mundo.
Esto supone un nivel completamente nuevo de movilidad de los empleados, permitiendo que éstos sean más productivos y ofreciendo mayores posibilidades de teletrabajo.
¡Pero eso no es todo!
La mayor parte de los proveedores de servicios en la nube garantiza un 99% de actividad sin interrupciones, siempre y cuando se disponga de acceso a Internet.
Además, numerosas aplicaciones permiten trabajar off-line, para después proceder al volcado y actualización de la información cuando se restaura la conexión a la red.
Vivimos en una era de continua generación de datos e información, la cual necesita ser almacenada y convenientemente actualizada para evitar duplicaciones o errores en su contenido.
Antes de la llegada de la nube, esto podía ser todo un quebradero de cabeza, especialmente, cuando varias personas o equipos debían trabajar con la misma documentación o archivos.
Las soluciones de deduplicación y almacenamiento en la nube han supuesto un gran alivio en este sentido, dado que no sólo garantizan que los archivos utilizados estén actualizados, sino que permite reducir las necesidades logísticas de almacenamiento.
Los sistemas de gestión de acceso e identidad, así como el hecho de que la información cuente con una copia de seguridad en la nube han supuesto un radical incremento en los niveles de seguridad corporativos.
Por una parte, se han reducido las probabilidades de sufrir una brecha de seguridad; por otra parte, la pérdida y deterioro de un elemento de hardware ya no implica la de la información contenida en él.