Agile y la eficacia empresarial son dos conceptos que van de la mano. Las razones son simples: es una metodología que mejora la calidad, incrementa la productividad, acelera el retorno de la inversión, aumenta el compromiso y reduce los errores.
No es casualidad que el número de empresas que adopta esta metodología en la gestión de sus proyectos vaya in crescendo: “El 71% de las empresas en el mundo usa metodologías Agile”. (CIO)
Ahí es nada, porque detrás de este método existe un creciente interés de las empresas por ser más eficaces, competitivas y ágiles. En este post, explicamos cómo funciona la metodología Agile y cuáles son sus efectos sobre la eficacia empresarial.
¿Te animas a descubrirlo?
En este apartado encontrarás todas las claves y trucos para entender de una vez por todas en qué consiste el Agile, sus características, aplicaciones, ventajas y funcionalidades. Es una metodología poderosa que puede no significar nada para ti, pero ser todo para tu empresa. Ya hemos comentado en alguna ocasión que uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas es el de la transformación digital, lo que deja atrás métodos obsoletos que marcaron durante años la forma de trabajar, como el trabajo en cascada.
Quédate, coge papel y boli porque seguro que harás más de una anotación.
Es una metodología aplicada en el desarrollo de proyectos que precisan rapidez y flexibilidad, lo que supone una manera diferente de organizarse y de trabajar. Está basada en pequeñas partes complementarias entregadas por fases, organiza y reparte el trabajo entre equipos multidisciplinares y mantiene la dirección sin caer en la rigidez de los métodos en cascada. Además, el Agile tiene la capacidad de tomar la mejor decisión en cada momento del proyecto, sin necesidad de comprometerlo. Scrum y Kanban son dos ejemplos de método Agile.
Su origen se remonta a los años 90, la década que lo cambió todo. El impulso de la informática y la efervescencia de la industria aceleraron la producción. Pero no fue hasta el año 2000 cuando un grupo de desarrolladores reunidos en el estado de Oregón, en Estados Unidos, se percataron de que existía una manera de mejorar los tiempos de entrega. Poco después, nació la metodología Agile.
Los procesos de creación y entrega habían estado durante mucho tiempo basados en el método cascada. Es decir, que el equipo tenía que esperar a que los usuarios anteriores terminasen las tareas. Finalmente, se entregaba el producto al cliente para obtener realimentación. El problema era que si el cliente no estaba de acuerdo con algún punto del principio del producto, todo el trabajo posterior no valía para nada y había que empezar de cero.
Por eso ¡aparece Agile! Esta metodología se basa en las entregas cortas, ágiles y rápidas por medio de tiempos establecidos como objetivos o sprints. Cuando pasaba un tiempo, el cliente volvía a revisar lo que se había avanzado en el producto para dar su opinión y realizar los cambios necesarios, sin comprometer el resto del trabajo. Esto dio lugar a la retroalimentación y a la recepción del cambio.
Se puede resumir en cuatro:
La metodología se rige sobre una serie de principios que resumimos a continuación:
Por un lado, la metodología Scrum es una manera de ser ágil, pero no significan lo mismo. Es un marco creado para seguir una serie de pasos, roles o normas con un objetivo final. Tiene su origen en los procesos de desarrollo usados en productos exitosos de EEUU y Japón. Por otro lado, Kanban es un método visual usado para controlar las tareas por medio de la división por fases y tiene su origen en la empresa Toyota, en Japón.
Se puede resumir en:
Hemos resumido los pasos para elaborar un plan Agile, pero es importante tener en cuenta que cada proyecto es un mundo. Ahí van:
Agile no solo es una metodología que brinda eficacia empresarial en el trabajo presencial, sino también a distancia. Al ser una manera de organizar basada en la transparencia, la colaboración y la valoración individual de los profesionales durante un proyecto, también influye positivamente en el teletrabajo:
Además, los sprints permiten organizar el equipo a distancia en torno a cada tarea, así como definir los tiempos para cumplirlos con mayor facilidad. El Agile es vital para el trabajo, sobre todo en los proyectos orientados a la prestación de productos y servicios que no son físicos.
¡Cuéntanos tus dudas acerca de la metodología Agile y aumenta la eficacia empresarial de tu negocio!