Se llevan a cabo estudios, ocupa grandes titulares en la prensa y está presente en las juntas de las mayores compañías. Pero la transformación digital no llega a todas partes por igual dentro del ecosistema empresarial. Y es que solo el 38% de las empresas dispone de una estrategia digital. ¿Podría deberse a algunos mitos sobre la transformación digital? ¿Qué hay de mentira y de verdad en ellos?
No son preguntas retóricas. De hecho, voy a tratar de responderlas a lo largo del post, y me apoyaré en datos que nos ayudarán a entender mejor hasta qué punto tienen fundamento algunas creencias que giran en torno a la transformación digital.
Pero antes de entrar en materia me gustaría mostrarte un dato sobre la expectación que levanta la transformación digital en el público y muy especialmente en el mundo de la empresa.
El tema está muy presente en la prensa. Y no solo en la sección de finanzas.
Solo hay que ver el comportamiento de las búsquedas con Google Trends al introducir la palabra “transformación digital”. En la gráfica podemos ver una clara progresión ascendente de las búsquedas a nivel global (pese a los picos y valles), que prácticamente se sale de la gráfica en fechas recientes.
En la gráfica de Google Trends se observa un incremento en la tendencia al alza muy acentuada en los dos últimos años.
Veamos a continuación cuáles son los mitos, las leyendas urbanas o simplemente las creencias acerca de la transformación digital B2B / B2C. Analizaré qué hay de cierto y de falso en cada una de ellas. ¡Vamos allá!.
Hay quien todavía piensa que la transformación digital es otra burbuja más relacionada con las nuevas tecnologías. Una moda pasajera que está movilizando a todo el mundo en el ámbito empresarial, pero que terminará por agotarse. Que las organizaciones más disruptoras se irán a pique y los negocios tradicionales regresarán a la seguridad de su Excel y, si acaso, a su CRM alojado en el servidor de la empresa.
Pero no. La digitalización B2B y B2C es un fenómeno que ha llegado para quedarse. Se estima que la transformación digital supondrá un aumento de 120.000 millones de euros brutos en la economía española para el año 2025.
Pero para desmontar este mito no son tan importantes los datos cuantitativos como las observaciones cualitativas. Cuando hablamos de una burbuja nos referimos a algo cuyo valor se basa, en gran medida, en una ilusión. Sin embargo, la transformación digital está cambiando la vida de las personas, la relación entre los clientes y las empresas, etc., y esos cambios no van a desaparecer.
Aunque esta mentalidad ha sido un auténtico lastre para la transformación digital en España, por suerte está empezando a remitir.
Veamos ahora una creencia opuesta a la anterior. Si por un lado están quienes piensan que la digitalización es una moda pasajera como llevar pantalones de pitillo, en el extremo opuesto están los que creen que en unos años solo quedarán los agentes disruptores en el mercado.
El ejemplo más claro son las fintech. Es cierto que este tipo de empresas de servicios financieros tienen muchas ventajas frente a la banca tradicional. Pero eso no quiere decir que los bancos tradicionales vayan a desaparecer.
Los negocios tradicionales tienen ante sí el reto de atravesar la transformación digital y competir con startups mucho más ágiles y disruptoras. Pero también tienen a su favor un profundo conocimiento del mercado, la confianza de los clientes (quizá no tanto en el caso de la banca, pero sí en otros sectores), un mayor acceso a la financiación, etc.
Las empresas más tradicionales que sepan jugar bien sus fichas y mantengan una mentalidad abierta respecto a las oportunidades que les ofrece la transformación digital seguirán aquí para contarlo.
Es cierto que las tecnologías digitales han puesto al cliente en el centro del modelo de negocio. Según un estudio de Zebra Technologies, el 75% de los comercios minoristas customizarán la visita a la tienda física de sus clientes en 2021.
Pero es un mito que el gran beneficio de la digitalización para las empresas venga exclusivamente de la mano de la experiencia del cliente.
Según la consultora McKinsey, la digitalización de la empresa incrementa en un 20% los ingresos, mientras que reduce los costes en un 36%, con lo cual. Esto significa que el mayor beneficio para las organizaciones se debe a las mejoras en la EFICIENCIA.
¿Conclusión?
La transformación digital afecta a la empresa en su conjunto, tanto en el lado del cliente como en el de los procesos que hacen posible poner en el mercado la oferta de valor.
Si el proceso de digitalización que estamos viviendo consiste en el empoderamiento del usuario final, las B2B no necesitan digitalizarse, según piensan algunos.
Pero siguiendo el mismo argumento que hemos utilizado para rebatir el mito anterior, de entrada no es cierto que la transformación digital descanse exclusivamente en la experiencia del usuario o cliente final.
Las ventajas que tiene la digitalización para optimizar procesos y conseguir una mayor eficiencia es aplicable tanto a los negocios B2C como a los B2B.
Y según uno de los mitos más extendidos de la digitalización, el proceso es tan costoso que solo está al alcance de las grandes empresas, las principales compañías del Ibex, etc. Esto es falso.
Aunque solo el 34% de las pequeñas y medianas empresas ha dedicado recursos a la transformación digital según un estudio de IDC, quienes lo han hecho ha percibido beneficios tangibles casi de inmediato. Esto también guarda relación con el enfoque táctico que le están dando las pymes a las tecnologías digitales, pero ese es otro debate.
Las empresas deben entender el proceso de digitalización como una inversión, no como un coste. Precisamente ya hemos visto que una de sus principales ventajas es la mayor eficiencia en el uso de los recursos.
¿Habías oído hablar de alguno de los mitos sobre la transformación digital B2B y B2C mencionados en el post? ¿Existen reticencias en la empresa a la hora de plantear la digitalización de los procesos? Compártelo en los comentarios.